lunes, 12 de agosto de 2013

EL SECRETO DEL GENERAL








Después de pasar el día encerrado en el despacho, con el tedioso papeleo burocrático, porqué no hay una guerra que requiera su atención, cuando el General se retira a sus aposentos, da la orden a su asistente de que no se le moleste bajo ninguna circunstancia, pone en marcha su antiguo gramófono, y acto seguido se enfunda el tutú para dedicarse a su verdadera pasión EL BALLET, y bajo la atenta mirada de Nureyev que nunca le delatará, hace unos ejercicios en la barra imitando a su idolatrada Margot Fontein, sobre todo en la muerte del cisne, que la borda, y así es feliz, se imagina que está en el teatro Bolshoi de Moscu, y después del éxito se derrumba en el sofá y se quita la peluca que le pica a rabiar, porqué se la compró en el bazar de los chinos.  


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